cómo funciona un crucero



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Algunas experiencias de excursiones en Marsella y Mónaco:
MARSELLA
1 Vieux Port. Esta bahía ha sido convertida en un puerto deportivo con restaurantes.
2 La Canebière. Es la principal arteria de Marsella, con clásicos edificios del siglo XIX.
3 Catedral. Santa María la Mayor se eleva sobre su planta de cruz latina, junto al mar.
4 La Vieille Charité. En el barrio Le Panier, este asilo del siglo XVII acoge varios museos.
5 Fuerte de Saint Jean. Desde el siglo XII, protege el acceso marítimo al Vieux Port.
6 Notre Dame de la Garde. En una colina se erige este templo, emblema de Marsella.

La excursión de Marsella empieza a pie de barco para los que han elegido la excursión del barco, para el resto de los pasajeros hay un servicio de lanzadera que te lleva hasta el puerto histórico en el centro de la ciudad. El coste del servicio ida y vuelta es de 9 € por persona, ya seas adulto o niño.
Hay gente que va andando, pero hay bastante distancia, calculamos que unos 35 o 45 minutos. También se puede ir andando hasta la salida del puerto y allí coger un autobús, cualquiera de estas dos últimas opciones no nos parece adecuada, el paseo no es nada agradable. El recorrido desde el barco hasta la salida del puerto transcurre por una zona industrial llena de naves, contenedores, grúas y trastos diversos típicos de los puertos. Una vez que sales del puerto tienes que andar al lado de una autovía con mucho tráfico y calles típicas de un polígono industrial bastante viejo, además están rehaciendo completamente la zona por la que hay que pasar y está todo lleno de obras.

Excursión Mónaco y Montecarlo

Puerto Deportivo
La llegada se realiza al puerto de Villefranche, bueno, más bien a la bahía de Villefranche. Esta excursión es un poco especial en cuanto a que el desembarco se hace a través de lanchas, la profundidad el puerto no permite barcos tan grandes. Como siempre los excursionistas que contratan con el barco tienen preferencia, al resto nos llevaron al teatro y ordenados según la llegada nos fueron sentando. Cuando había una lancha disponible nos llevaban a los 60 siguientes hasta la salida dónde montar en la lancha e ir al puerto. La verdad es que está muy bien organizado.

Como siempre fuimos madrugadores, desayunamos prontito y llegamos de los primeros, pudimos coger la segunda barca. No hay que esperar nada lujoso en cuanto a las lanchas, son más bien "cutres", pero cumplen su función.

Al llegar a puerto se ve todo con un aire especial, se nota el poderío que tiene esa zona de la costa francesa.

Esperamos a estar el grupo completo junto a la guía que nos llevó andando hasta el autobús que estaba a unos 500 metros y nos dirigimos a nuestro destino. Como en el resto de ocasiones, durante el trayecto nos fue explicando distintas cosas, como por ejemplo de dónde procede Mónaco, cómo es la vida allí, cómo se financia, etc., también nos indicaba alguna casa con un interés especial, como por ejemplo la de Bono, el cantante de U2, está metida en una cala con un pequeño islote dónde tiene la piscina.

Fuimos por la carretera de la costa hasta la antigua ciudad de Mónaco. Pasamos por el Puerto Deportivo donde están atracados innumerables yates y por parte del recorrido del Gran Premio de F1, el recorrido del premio es por las calles de la ciudad.

La primera parada fue en un parking para acercarnos andando hasta una plaza dónde está el famoso Casino de Montecarlo y el mítico hotel Paris, además de coches deportivos y de alta gama por todas partes, jamás había visto tanto lamborghini, ferrari, porsche, Aston Martin, etc. juntos. Hay que reconocer que se nota un ambiente especial, todo está supercuidado, muy limpio, ..., se nota que hay dinero en abundancia. Para entrar en el casino hay que pagar, pero se puede entrar en el vestíbulo y por alguno de los pasillos, una vez más no hubo tiempo para mucho, no pudimos entrar. Cogimos de nuevo el autobús para dirigirnos a la Roca, allí empezamos un recorrido a pié, entramos en la catedral dónde están enterrados la Princesa Grace y el Príncipe Rainiero, paseamos por la calles estrechas hasta llegar a la plaza dónde está el Palacio Real, tampoco entramos. Aquí tuvimos un rato de tiempo libre para ver el entorno y las vistas. Mónaco es un alto y las dos calas de los lados, desde este alto se tienen unas vistas muy buenas de ambas calas. Volvimos al bus y continuamos en dirección al barco, el regreso fue bordeando la Moyenne Corniche una zona más interior, pero con mejores vistas de la costa.

Al llegar a Villefranche una vez más había cola para coger la lancha al barco, aquí no hay que despistarse, llegamos todos los autobuses casi a la vez y diez segundos de despiste te pueden suponer diez minutos de cola ya que en este caso, debido a las lanchas, el avance es más lento que si fuera una entrada directa al banco.

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